Cuando una comunidad cuenta con una zona común exterior, puede que una parte importante del presupuesto tenga que ser dedicada a las zonas ajardinadas. Lo primero es darnos cuenta de que las zonas ajardinadas no solo es aquella parte que tiene césped.
Si es verdad que el césped, su cuidado y mantenimiento es muy importante y caro. El abonado, segado, regado… dependiendo de la superficie a cuidar puede resultar muy caro. Pero hay otros elementos no tan obvios que también hay que cuidar.
En muchas comunidades hay jardineras y parterres con plantas que también necesitan su cuidado. En estos casos, lo mejor es establecer un sistema de riego automático para que el mantenimiento sea el más adecuado. Si el sistema de riego lo dotamos de un sensor de humedad, ahorraremos un montón de dinero en agua si no regamos los días de lluvia.
El arbolado es importante cuidarlo mucho, primero por estética, pero también porque tener un árbol en casa conlleva unas responsabilidades, ya que, si los árboles no están en buen estado, puede darse el caso de que una ráfaga fuerte de viento arranque una rama.
A parte de un cuidado periódico que detecte plagas, fallos en el sistema de riego, enfermedades en las plantas, envejecimiento de plantas… es conveniente hacer un par de podas anuales, pero debe ser el jardinero, experto en el tema, el que determine que plantas deben ser podadas y cuando se debe realizar la poda.
Es recomendable utilizar plantas autóctonas, que siempre requerirán menor mantenimiento que plantas exóticas, sustituir zonas de césped por otro tipo de ornamentaciones, como parterres de piedras, plantar árboles de hoja perenne en vez de otros con hoja caduca si queremos reducir un poco los gastos de la comunidad.